CAME OUT TV │ Juan Pedro Delgado
Que
la industria del entretenimiento construye representaciones sobre lo normal y
lo prohibido es una premisa de los estudios culturales. En la lucha por los
significados, donde no hablamos de absolutos sino de versiones vinculadas con
el poder, el deseo y el contexto, la televisión pone en circulación
tipificaciones de la identidad y la interacción social. En la programación
televisiva pueden notarse los acotamientos sobre la sexualidad y la categorización
de lo permisible. La presencia (o no) de personajes homosexuales, bisexuales y
lésbicos (en menor grado travestidos y transgéneros), puede ser ahora un tópico
a discusión en las series norteamericanas. Pero no necesariamente se trata de roles
positivos o protagónicos: la visibilidad podría interpretarse como inclusión,
pero depende de la verosimilitud y la franqueza con que es representado el
personaje.
La
ausencia de personajes complejos no heterosexuales fue una de las acusaciones
de la Gay & Lesbian Alliance Against Defamation
(GLAAD) contra la cadena CBS. La presión resultó en
cierta medida: la compañía comenzó paulatinamente a incluir roles de género
“alternativo” en sus tramas. ¿Qué tan natural resultó la inclusión? Tim (Tim
Bagley), el asistente doméstico del protagonista de la cancelada $#*! My Dad
Says (fuertemente criticada por el ParentsTelevision Council por su aparente lenguaje “profano”); Brenda
(Sara Rue), la lesbiana-jugadora de softball-vientre de alquiler en Rules of Engagement (2007-2012);
Owen Florrick (Dallas
Robert), el profesor universitario resentido, hermano homosexual de Alicia (Julianna
Margulies), y Kalinda Sharma (Archie Panjabi),
la ruda investigadora bisexual de The
Good Wife (2009-2012). ¿En qué medida estas representaciones son
representativas, más allá de las necesidades formato cómico y dramático?
Del
Steven Carrington (Jack Coleman) de la serie Dynasty
(1981-1989), el atormentado hijo homosexual reprimido, al asumido Matt Fielding (Doug
Savant), el honesto trabajador social de Melrose
Place (1992-1999), pasando por el vulnerable Jack McPhee (Kerr
Smith) del drama adolescente Dawson's
Creek (1998-2003). De la sexualidad
abierta e intensa de Queer as Folk
(2000-2005, en su versión USA) a los vericuetos eróticos de The L World (2004-2009),ambos
representativos de la programación de Showtime (que curiosamente es una división
de la cadena CBS). ¿Cuánto contribuyó a la normalización del tema el abogado
Will Truman (Eric McCormack), el
disperso Jack McFarland (Sean
Hayes) o la ambigua sexualidad de Karen Walker (Megan Mullally) en el sitcom Will & Grace (1998-2006).
La
incorporación de homosexuales y lesbianas integrados a un elenco permanente (Law
& Order, por ejemplo, ofrece numerosos ejemplos del tema, pero se trata
de casos separados), toma ahora tintes de normalización en la representación de
frecuentes escenarios de aceptación (o al menos tolerancia) sobre la
determinación de género del pariente: la familia asume la condición abierta de
uno de los roles principales, niños y adolescentes se muestran receptivos ante
la situación isoerótica del tío o tía.
La pantalla televisiva norteamericana
comienza un salto de la singularidad aislada del personaje a la normalización
de las interacciones de diversos géneros. Más allá de los escenarios de
transición de papeles como los de Kurt Hummel (Chris Colfer) y Santana Lopez
(Naya Rivera) en Glee (2009-2012),
integrados en
su entorno parental-afectivo están la pareja de Cameron Tucker (Eric
Stonestreet)
y Mitchell Pritchett (Jesse Tyler Ferguson) en Modern
Family (2009-); el matrimonio de Bob (Tuc Watkins) y Lee (Kevin Rahm) en Desperate Housewives (2004-2012), a lo que habría que sumar el rol de Andrew Van de Kamp (Shawn Pyfrom)
y su compañero Alex Cominis (Todd
Grinnell). La pareja formada por Kevin Walker (Kasey
Campbell) y Scotty
Wandell (Luke Macfarlane) en Brothers & Sisters (2006-2011) fueron
nombrados una de las mejores parejas de todos los tiempos por TVGuide.
Se trata a toda vista de una pauta en series prime time, tanto en el drama familiar como en la comedia.
Ya sea por criterios de noticialidad, presión de organizaciones o sólo
inercia y adecuación ante un momento histórico, la inclusión verosímil y
dignificada de personajes no heterosexuales bien podría ser una estrategia devenida visibilidad
sensata con el tiempo: los modos de representación se adaptan. La nueva comedia
de Ryan Murphy (Glee, American Horror
Story) trata sobre una pareja homosexual exitosa que, para tener hijos, recurren al
vientre de alquiler de una madre soltera (que carga a su vez con hija y abuela).
La cadena KSL-TV de Utah, afiliada a NBC, se ha negado recientemente a
transmitir The New Normal en su
estreno en septiembre de 2012. El criterio: un programa inapropiado y con personajes ofensivos para el horario familiar. ¿Se tratará de un
caso aislado contracorriente? ¿Representa un indicio de un retroceso? ¿Estamos
ante un momento clave para seguir desarrollando narrativas incluyentes?
Puesto en Facebook al respecto, del sociólogo Daniel Estrada: "Mi estimado, me dejas con una buena reflexión, aunque breve lectura, de la incorporación de personajes diversos a la heteronormatividad en la tv gringa. Al final del primer párrafo “la visibilidad podría interpretarse como inclusión, pero depende de la verosimilitud y la franqueza con que es representado el personaje” ...da para un chingo man, deberías de profundizarlo con más.
Recientemente pasó con Linterna verde en las animaciones y comics algo similar ¿con qué interés?
Cuando hablas que la estrategia de visibilidad es sensata con el tiempo y los modos de representación se adaptan, me deja un hueco de interrogantes y no pude olvidar que el ser gay vende, ¿por qué entonces los personajes no salen fuera de los roles y estereotipos tradicionales del ser gay?. Miento si te digo que pude dejar de lado en las cuestiones del gay money y todos los aspectos alrededor de. Ya en mi twitter, querido.
Ya clavado ¿qué es ofensivo en la televisión mexicana? Deberías hacer una reseña de acá en los mismos matices, mi buen. Quedé con ganas de leerte más, es muy poco Juan Pedro. Chido por rolar."
A considerar: KESSLER, K. (2011). They Should Suffer Like the Rest of Us: Queer Equality in Narrative Mediocrity. Cinema Journal, 50(2), 139-144.
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