BINGE WATCH VS SERIALIDAD PROGRAMADA ǀ Fernando González

Recuerdo tener 12 años y sentarme la tarde de los sábados, sintonizar el Canal Cinco y ver toda la programación de  “permanencia voluntaria”. Si me preguntan cuál es el sábado que más recuerdo creo que tendría que responder que el “Maratón de Parque Jurásico”. Ver estas tres películas, una tras otra, es una piedra angular de mi niñez. Tanto que a veces me gustaría borrar la memoria de los  pteranodontes escapando de la isla: mi primera decepción con un realizador.

En el imaginario televisivo, los maratones y el visionado tipo binge watch han existido por décadas. Si bien el maratón se refiere a ver un producto una tras otro, el binge watch se refiere al consumo de contenido audiovisual en un corto período de tiempo en comparación con su “consumo general”. Esto se ha observado en caricaturas programadas por las estaciones de televisión, series de películas e inclusive rejillas de programación con películas del mismo tema, pero que nada tiene que ver una con la otra. Eso sí, recuerdo el momento en que los maratones se pudieron manipular desde casa. La serie 24 es una de las producciones contemporáneas que redefinió esta forma de visionado. El momento en que la primera temporada  de 24 en DVD llegó a mi casa, estuve huérfano por 24 episodios.
 Y aquí teníamos  a Jack Bauer resolviendo problemas de seguridad nacional en el transcurso de 24 horas “reales” (el tiempo transcurrido dentro  de la serie). Pero estas 24 horas eran una simulación que resultaban  en  un estimado de 17 horas por temporada. Verlo en la tele significaba semana tras semana meternos en la vida de Jack Bauer por una hora, y esto sólo si los 24 episodios estaban programados de esta forma. Porque recordemos que en el diseño televisivo de Estados Unidos tenemos el break de diciembre, la repetición de capítulos en marzo y semanas sin contenido nuevo. Si bien la virtualización de una serie que ocurre en tiempo real y en un lapso de sólo 24 horas suena muy tentador serializada, se convierte en todo un acontecimiento cuando se ve capítulo tras capítulo.

Cada episodio de 24 consta aproximadamente de 43 minutos. Si hubiera nacido hoy día, como una iniciativa de webserie o una serie original de Netflix, tal vez los episodios hubieran durado posiblemente  la hora exacta. En 2001 hacerlo era impensable: una cadena de televisión jamás permitiría que sus breaks comerciales fueran destituidos por una narrativa moderna en tiempo real, al fin de cuentas ellos ganan por comercial transmitido y no por excelencia narrativa.

Hoy en día, sin embargo, nos encontramos con proyectos como son Netflix, SyFy.com, series originales en Youtube, entre otras, que no responden a ningún modelo televisivo clásico. Netflix produce series “televisivas” dramáticas de 1 hora con quince minutos para un episodio y tal vez 40 minutos para el siguiente; para las comedias tienen episodios que varían desde 28 minutos hasta 45 (House of Cards y Arrested Development respectivamente). No sólo esto: también ponen a disposición del consumidor todos los episodios desde el primer día, incentivando el binge watching, esta especie de reto de consumo secuencial  de la serialidad misma.

Realizado por Netflix, 24  tal vez no sería la serie de culto que es hoy gracias a los planes de la  cadena FOX en 2001. Sin embargo, quizás  tendría nuevas posibilidades narrativas. El modelo de Netflix es  lanzar todos los episodios el mismo día y no restringir los tiempos y los formatos. Esto permitió que Arrested Development (anteriormente propiedad de FOX) desarrollara una 4ta temporada de 15 episodios donde la historia de la familia Bluth se cuenta a través de cada personaje  y  todo ocurre en un mismo tiempo. Esto permite que, con cada episodio, con cada personaje, podamos entender distintos aspectos del conflicto. La narrativa de esta 4ta temporada está hecha como un rompecabezas y esto permite que con cada revelación no solamente haya una carcajada de por medio, sino que el espectador se remita a esos pequeños momentos que anteriormente no había entendido y ahora puede darles sentido. En lo personal, yo reí más veces con las referencias entre episodios que con lo que en realidad sucedía.
¿Por qué es necesario que Arrested Development se vea en maratón? Es necesario tener las ideas frescas, los chistes a la mano y que nuestra mente no tenga que buscar mucho. Lo mismo podría pasar con 24: podríamos dejar más secretos a la vista para el espectador analítico o momentos de alivio cómico que se resuelvan 3 horas después.

En realidad, mi modo de visionado cotidiano se ha transformado poco: desde que veía Jurassic Park en televisión hasta cuando retomo todo Breaking Bad un fin de semana antes del estreno de la temporada final. Lo que en realidad cambia son los modelos en que estas producciones se nos presentan. Cada vez más podemos sentarnos a “dos nalgas” a adentrarnos en nuestro mundo ficticio favorito,  tomados de la mano de Jack Bauer o de la de Buster Bluth.

Y para terminar un pteranodon.


Nací el mismo año que el Super Nintendo(SNES) y esto marcó mi vida. Mi primera mascota fue un Charmander y mi primera consola un NES heredado. Desde que tengo memoria el control de videojuego ha sido una extensión de mi cuerpo. Soy pésimo en Pac-Man pero es mi juego favorito. Amante de las series de culto de cancelación inminente. Odio los videojuegos basados en películas. Combinar narrativas de TV, películas y videojuegos no es fácil y aplaudo el esfuerzo.











Leave a Reply