Este es un buen año para el cine documental que, en cuanto a películas de este tipo parece disfrutar de una gran salud. Pero también podemos decir lo mismo respecto de las publicaciones sobre este tema. Por supuesto que existen libros infaltables sobre el modo de representación en nuestro país, pero la publicación de cinco nuevos títulos (1) no puede más que emocionar a los que rascamos capítulos de libros, artículos y monográficos de revistas que llegan a cuentagotas.
 
Dos de los títulos son clásicos de la teoría documental, editados por el CUEC/UNAM que, por fin, pone a nuestro alcance en español Introducción al documental (2013) de Bill Nichols y Retórica y representación en el cine de no ficción (2014) de Carl R. Plantinga. Estos dos textos, mucho menos conocidos que el famoso Representación de la realidad (editado por Paidós en España), son ampliaciones o discusiones de este primer libro fundacional de Nichols.
El tercer título, proyecto editorial que después de mucho tiempo de esperar su publicación ve la luz, es La construcción de la memoria (2013), editado por Conaculta y coordinado por María Guadalupe Ochoa Ávila. Libro de corte historiográfico que se dedica a hacer un recorrido por las épocas de producción del documental en nuestro país.
El cuarto libro es Reflexiones sobre cine mexicano contemporáneo documental (2012), editado por la Cineteca Nacional. Es en realidad un libro doble: hay un volumen dedicado a la ficción y otro al documental. El proyecto lo coordinan Claudia Curiel de Icaza y Abel Muñoz Hénonin. Ambos libros enfocados en el análisis de casos y trabajan consistentemente el periodismo y las publicaciones alrededor del cine.
El último título es Bordocs y fronteras: cine documental en el norte de México (2014), editado por Adriana Trujillo. Por supuesto, el libro está vinculado al festival documental que lleva más de 10 años realizándose en Tijuana. La frontera como espacio de reflexión de las narrativas de la realidad ha sido un referente importante para la salud del documental nacional y da mucho gusto ver una recuperación por escrito de todas estas vivencias, conferencias y espacios académicos que ha generado.
Estas publicaciones son uno de los indicadores del buen momento que pasa el cine de lo real en México, junto al de otro tipo de producciones, como el cine de autor, o el de blockbusters nacionales. Esta diversidad de oferta audiovisual y textual es para celebrarse. Todo parece indicar que será un verano cargado de lectura, ya tocaba.
(1)    Aunque algunos de ellos se editaron en años previos, no fue hasta principios de este año que estuvieron disponibles para el público.
 

 
DIEGO ZAVALA SCHERER. Origen: México, DF. Deformación profesional: comunicólogo. Temas y obsesiones: cine documental, la relación de la pantalla y la realidad, la guerra como ambiente, problema social y límite de la experiencia humana. Gustos: cosas simples, como dar clases, charlar. Vocación frustrada: fotógrafo de guerra (por cobarde). Ocupación: profesor de comunicación, investigación sobre audiovisual y nuevas tecnologías.