Si todo viaje supone aprendizaje, las historias de formación implican picardía, sobrevivencia y enfrentamiento de los miedos, acaso (seguro) la pérdida de la inocencia. En 1820 el filólogo Johann Morgrnstern usó el término Bildunsroman para referirse a las novelas de aprendizaje o transición de la infancia a la madurez. Moll Flanders (Daniel Defoe, 1722), Cándido o el optimismo (Voltaire, 1759), Bajo las ruedas (Hermann Hesse, 1906) y Retrato de un artista adolescente (James Joyce, 1914) retrataron esta transformación que supone la comprensión del cambio interno y la continuidad. Algo hay de esto también en El guardián entre el centeno (Salinger,1951) y El señor de las moscas (William Golding, 1954). 

En cine, aparte de las adaptaciones, recuerdo desde Cuenta conmigo (Rob Reiner, 1986) hasta Undertow (David Gordon, 2004), pasando por historias como la estupenda Juncos Salvajes (André Téchine, 1994) o la perturbadora Inocencia ( Lucile Hadzihalilovic, 2004), al menos es una de sus lecturas, basada en la novela de Frank Wedekin, Mine-Haha o la educación corporal de las niñas, 1903). Recientemente, tal vez el mejor ejemplo resulta Las ventajas de ser invisible (Stephen Chbosky, 2012)

Porque establecer similitudes suele ser un acto malicioso, hoy recordé tres videos musicales que comparten los elementos de la  Bildunsroman: juventud y peripecia, pero que adolecen de transición. Puede no haber cambio, algo que suponemos en el arco dramático de una buena historia, pero qué bonita la cachondería de escaparnos, tantear el deseo en el terreno de una amistad prometida para siempre. El primer video es "Crazy", una balada de Aerosmith dirigida por Marty Callner en 1994. Alicia Silverstone y Liv Tyler  como dos lolitas recorriendo los caminos, el pool dance y los moteles: la sexualidad en el necesario convertible que tanto luce en el desierto. Uno de los videos más rotados en la historia de MTV, con la ambigüedad lésbica necesaria para la época.


Pero dos adolescentes hipersexuadas nunca son suficientes. En 2000, el video "Lady (Hear Me Tonight)" del dúo  Modjo suponía la escapada, colarse a las fiestas y dormir en un motel de contrabando, pero también la probabilidad del escarceo oscilante entre dos chicos y una chica: una pareja y el mejor amigo inseparable al que se le quiere demasiado, hasta la sospecha. Cómoda en el chill-out de cambio de siglo, la música house en los protagonistas arrojaba cierta inocencia del viaje sin rumbo en un auto destartalado. 



Una producción house del DJ Avicii de 2010, a partir de una versión vocal de  "Bromance" de Tim Berg (el mismo Avicii) mezclada con "Love U Seek" del DJ Samuele Sartini, "Seek Romance" también rescata esta idea de musical road short entre dos chicos, mejores amigos, y una chica, al final compartida. Hay que sumar cierta connotación de bisexualidad entre amigos. Pero en este momento de música electrónica son el porro, la ácido, el after hour y el threesome los que actualiza la narrativa del video, a lo que abríamos de sumar la broma pesada y el imprescindible auto descapotado azul.



Porque aquí, en los tres, el viaje es travesura, una pinta, evasión de fin de semana. Luego prosigue la cotidianidad. Porque este periplo supone sólo un escape momentáneo del hábito de la escuela,el regaño paterno, el fastidio de todos los días: no hay evolución, no hay consecuencia, no hay transformación: el viaje es un capricho, un berrinche. Pero así es la naturaleza del videoclip: retrata instantes condensados en la imagen construida  de cada momento histórico. Que no relato necesariamente: ejemplo de modelos de interacciones, a veces aspiracionales. 

Luego, por supuesto, es casualidad que lea tanta aventura fatua en los guiones de mis alumnos. 





  • JUAN PEDRO DELGADO estudió literatura con cierto desgano, pero se encontró con dos o tres obsesiones y en un puñado rubik de teorías. Mantiene una relación un tanto enferma con la cocina, la semiótica, las narrativas transmediáticas y las mitologías emergentes. Dice que no cree en nada, pero todos saben que vive en una constante negación. Hubiera deseado ser íntimo de Bataille, Foucault y Papini, pero se conforma con las amistades locales que, por lo demás, suelen ser una delicia